¿Querés dar? ¿quéres ser generoso/a? ¿querés hacer algo por los demás?
Hay muchas formas de hacerlo, y no solamente comprando. Hay muchas maneras de dar cosas importantes, valiosas para otros, aunque no tengas dinero.
Aquí tenemos 3 ideas para DAR sin comprar:
Pensá cuántas veces recibiste una muestra de agradecimiento auténtico, de emoción y de verdadera alegría, simplemente haciendo una visita, una llamada, preparando una sorpresa.
Pensá cuántas personas tienen menos que vos, y son felices con lo que vos puedas dar… de paso, pensá si a veces vos no te sentís poco feliz aunque tengas todo (y más).
¿Has probado lo bien que se siente despojarte de lo que no te hace feliz y saber que otras personas sí lo estarán aprovechando?
En Uruguay, desde 2013, todos los mayores de 18 años somos potenciales donantes de órganos y tejidos, salvo que uno mismo realice una manifestación en contra (si te interesa tener más información sobre el tema, más abajo encontrarás un link para empezar a buscar). Yo particularmente pude sentir la satisfacción de tomar la decisión y firmar mi consentimiento (antes de la ley 18968 que rige actualmente), cuando estaba en bachillerato.
Pensá en esa decisión, aunque ahora no tengas que hacer nada legalmente. Al menos tomá conciencia de que, aunque nos cueste imaginarnos ese momento, vos decidís y elegís mejorar la calidad de vida de una o más personas, cuando ya no necesites tu cuerpo.
Y mientras tanto, hay otra forma de ayudar, por decisión propia y en plena actividad: donar sangre.
Generalmente nos ponemos a disposición de algún amigo o familiar que necesite por una intervención, desde una cesárea, una enfermedad, hasta un accidente. Pero cuántas veces sabemos que aunque sean “sólo 3”, puede ser difícil reclutarlos… porque no todos los que expresan su mejor voluntad están aptos para donar sangre en el momento.
Pensá en alguna situación en la que te haya pasado, a vos o a algún conocido, sumar a la tensión que tengas en el momento, la de conseguir donantes… a veces 15, o 70, u 80…
Pensá en la posibilidad de ser donante voluntario en el Banco Nacional de Sangre. Pensá en formar parte de un club de donantes, tal vez con compañeros de trabajo…
Yo soy miembro de un club de donantes, y donando una vez al año tengo derecho para mí y 6 familiares directos, de forma ilimitada. Con 4 horas de ayuno y 20 minutos en todo el proceso, una vez al año, tengo la tranquilidad de que si alguno de nosotros necesita, estaremos cubiertos. Y eso, como hemos escuchado por ahí… no tiene precio.
Pensá en todo lo que podés dar. Pensá en las decisiones que podés tomar ahora y que te aliviarán en el futuro. Pensá en sentirte bien contigo mismo mientras ayudás a otros.
Aquí te dejo algunos links por si te interesa buscar información sobre algunos de estos temas, en Uruguay (hacé click sobre cada uno):
Pingback: ¿Qué es lo que regalo? – Eureka